Ante la inauguración del supuesto Servicio de Urgencias del supuesto Hospital del Norte de Tenerife

Ante la inauguración del supuesto Servicio de Urgencias del supuesto Hospital del Norte de Tenerife

Al parecer, con la presencia de los dirigentes de CC, Paulino Rivero y Carlos Alonso y del alcalde de Icod (PSOE), hoy se procede a la inauguración de un servicio de urgencias hospitalario que realmente no cumple los requisitos para ser considerado como tal, es decir, tener una ambulancia medicalizada fija. Por otro lado, se supone que este servicio de urgencias pertenece a un supuesto hospital comarcal que para empezar no tiene infraestructura propia ya que lo que hay construido es un inmenso Centro Sociosanitario (macrogeriátrico para entendernos) del que por lo visto el Cabildo cederá alguna parte para que el supuesto hospital empiece a tener algo de estructura.

Existe, eso sí, un pequeño (en relación con el anterior) edificio que alberga las consultas del centro de salud de Icod y de atención especializada correspondiente a la zona. Pero de ningún modo se da la dotación de instalaciones y prestaciones obligadas para un hospital comarcal. Los centros hospitalarios comarcales deben tener una serie de prestaciones, como las tienen los hospitales comarcales existentes en el territorio peninsular. Deben estar dotados de un servicio de urgencias con una unidad de ambulancia medicalizada, servicio de Rehabilitación, Salud Mental, Unidad de Cuidados Paliativos, Diagnóstico por Imagen, Obstetricia con paritorios, Cirugía General con quirófanos, Laboratorio, Unidad de Anticoagulación, Hospital de Día para pacientes oncológicos, Hemodiálisis, Dermatología, etc.… Por supuesto, ha de tener camas de ingreso para cirugía menor y para medicina.

Por tanto, de Hospital comarcal del Norte nada de nada y de Servicio de Urgencias tampoco. Por supuesto, nada que tenga que ver con un servicio público que pueda afectar seriamente a los intereses del negocio de la sanidad privada que desde siempre han estado garantizados en el Norte de Tenerife (y también en el Sur) por la omisión de la Consejería de Sanidad de un Gobierno de Canarias siempre plegado a los mismos.