Cómo proteger la salud de nuestros ojos en verano

Cómo proteger la salud de nuestros ojos en verano

La empresa Indo presenta Infrared Technology, la primera gama de lentes del mercado que protege los ojos de todas las radiaciones del sol: infrarrojo y UV

Redacción 25 de julio de 2017.- Cuidar nuestra visión en verano es especialmente importante. Pasamos más horas expuestos al sol, lo que nos aporta muchos beneficios para la salud, pero debemos proteger la vista adecuadamente.

En la calle, en el trabajo… las radiaciones solares afectan en todo momento. Algunas, como la luz ultravioleta y la infrarroja, pueden resultar altamente perjudiciales, y cada vez más productos de protección solar cosmética, como las cremas, añaden esta doble protección en sus productos.

Las radiaciones del sol y sus efectos

Según explican los expertos de Indo, la radiación solar proporciona efectos beneficiosos para la vida. Aporta el calor necesario para que ésta sea posible, potencia la producción de vitamina D y permite que nos bronceemos. Pero si no nos protegemos adecuadamente, puede llegar a tener efectos dañinos para nuestros ojos y nuestra piel. La exposición solar sin la protección adecuada puede provocar daños, algunos irreversibles, y de forma acumulativa sobre nuestro cuerpo.

Por ejemplo, el 54% de la radiación que llega a la Tierra es Infrarroja. Tiene un efecto calor que provoca pérdida de colágeno y aparición de arrugas en la piel, sobre todo en el contorno de los ojos. En INDO, la única del mercado que ofrece en exclusiva protección frente a esta radiación, explican que, en la vista, el infrarrojo provoca sequedad ocular, acelera las cataratas y llega hasta la retina, pudiendo causar su degeneración, despigmentación, quemaduras o microlesiones.

Además de la radiación infrarroja, el sol emite otros dos tipos de radiaciones: la luz visible y la radiación UV. La luz visible es la que nos permite ver y, con una gafa solar, se disminuye la sensación de luz que nos llega al ojo.

Respecto a la UV, una exposición prolongada a estos rayos sin la protección adecuada provoca alteraciones en los ojos y la piel, en la córnea, en el cristalino y en el párpado, tanto a corto como a largo plazo. La capa de ozono filtra algunas de estas radiaciones (las UVC) y el resto (las UVB y UVA) llegan hasta el ojo. La radiación UV es conocida por su foto-toxicidad, y es capaz de provocar en poco tiempo efectos dañinos e irreversibles en los ojos.

A nivel externo, pueden causar inflamación del segmento anterior (uveítis, conjuntivitis, queratitis), pinguéculas, pterigion, descamación del endotelio… En la piel del contorno del ojo también causan eritemas, es decir, enrojecimiento de la piel de los párpados, al igual que en el resto de piel expuesta a la radiación UV. Estas radiaciones también llegan hasta el cristalino, donde pueden causar opacidades, causantes de las cataratas.