Cristina García: “Las multas deben ser un elemento disuasorio, no recaudatorio”

Cristina García: “Las multas deben ser un elemento disuasorio, no recaudatorio”

La concejal de Seguridad Ciudadana explica que “con la nueva ordenanza de Tráfico se reducen las sanciones a las faltas leves más comunes para adaptarlas a la actual situación económica”

GUÍA DE ISORA.- En la última sesión plenaria del Ayuntamiento isorano, celebrada el 6 de junio pasado, se aprobó inicialmente, a propuesta de la Alcaldía, la nueva ordenanza municipal de Tráfico, toda vez que la anterior databa de septiembre de 1989. La nueva ordenanza fue publicada en el Boletín Oficial de la Provincia el pasado 18 de junio y tras 30 días hábiles de exposición al público sin que se reciban alegaciones quedará aprobada definitivamente.

La concejal de Seguridad Ciudadana isorana, Cristina García, explica que “la antigua ordenanza estaba obsoleta y la Policía Local se regía por la normativa general de tráfico en vigor que contempla multas elevadas para determinadas faltas leves”. García indica que “la nueva ordenanza queríamos adaptarla a la actual situación económica, que se cumpla el objetivo de que no se infrinjan las normas de tráfico y seguridad vial, pero sin que las sanciones suponga un quebranto económico a las familias”.

La concejal remarca que “las multas de tráfico no pueden ser un elemento para recaudar dinero, sino una herramienta disuasoria para que se respeten las normas de tráfico”. En este sentido la edil explica que “hemos tomado la decisión, y dado que nos lo permite la ley, hacer una modificación profunda de la ordenanza de Tráfico, en especial en lo que tiene que ver con las infracciones leves, tales como parar en doble fila, fallos en la iluminación de vehículos, ocupar lugares no autorizados, etc.”. La responsable municipal de Seguridad Ciudadana tiene claro que “estos comportamientos deben ser sancionados pero con multas más moderadas” y aclara que “la modificación propuesta se debe a que la normativa general impone sanciones para determinadas infracciones leves que son desorbitadas”.

La edil explica que “hasta ahora parar en doble fila suponía una multa de 200 euros, por ejemplo para cargar la compra de una tienda ocupando parte de un carril o parar sobre la acera unos minutos, aunque si se pagaba en el periodo voluntario se podía quedar en la mitad, 100 euros”. Con la nueva ordenanza esa misma infracción supondrá con multa de 60 euros, que pueden quedarse en 30 con el importe reducido. Otro ejemplo lo encontramos al estacionar sobre un paso de peatones sin que suponga un riesgo u obstáculo para la circulación. Para esta infracción la multa era de 200 euros, y ahora se queda en sólo 40, o en 20 si se pagan en el plazo voluntario, lo que significa una bajada del 80%, o del 90% si se compara con el importe reducido.

Cristina García comenta que “es un abuso que, por ejemplo, a un pensionista que cobra 400 euros se le multe con 200 por una falta leve como las mencionadas” y añade que “no es una sanción para que el vecino corrija su comportamiento, sino un elemento para recaudar dinero, y como consideramos que ese no debe ser el objetivo, hemos introducido distintos grados para las infracciones según su gravedad”. En este sentido la edil matiza que “no se puede sancionar igual una conducción incorrecta en una calle, sin atender a las señales –cosa que acarrea evidentes peligros para las personas y el tráfico- que a alguien que aparca mal unos minutos” y aclara que “ambas deben ser sancionadas, pero las multas para infracciones leves no pueden ser iguales que para las graves” como pasaba al aplicar la normativa de tráfico estatal en vigor.