La CGT exige la dimisión de Willy García tras conocerse las irregularidades en la concesión de más de 130 contratos

La CGT exige la dimisión de Willy García tras conocerse las irregularidades en la concesión de más de 130 contratos

El sindicato plantea de nuevo que el canal sea gestionado directamente por los trabajadores, únicos gestores capacitados para convertir la RTVC en un servicio público

El mantenimiento del actual director general significa un acto de complicidad en el saqueo de los recursos públicos destinados al ente

Santa Cruz de Tenerife, 6 de diciembre de 2012. La Confederación General del Trabajo (CGT) en Tenerife solicita el cese de Guillermo García al frente de la Dirección General de Radio Televisión Canaria (RTVC). El actual responsable del ente público ha incurrido en distintas irregularidades constatadas por la Audiencia de Cuentas y en estos momentos tan solo posee el apoyo de Coalición Canaria por su innegable labor de manipulación llevada a cabo en el canal autonómico, en pro de evitar cualquier atisbo de crítica en la gestión del Gobierno canario. Se da la circunstancia de que en estos momentos, tras conocerse la noticia de que García ha cometido irregularidades, presuntamente delictivas, en la concesión de más de 130 contratos, ya ni siquiera cuenta con el silencio cómplice del PSOE que hasta el momento ha estado mirando para otro lado mientras la RTVC se convierte en un “chiringuito” privado. Irresponsabilidad de CC La CGT solicita que los miembros del CC en el Consejo de Administración de RTVC hagan un ejercicio de responsabilidad y voten a favor del cese definitivo de Guillermo García, con el fin de poner fin al saqueo de los recursos públicos destinados al canal autonómico. Esta organización sindical entiende que el modelo actual de Televisión debe cambiar, tal y como ha comunicado la CGT en varias ocasiones, pasando a ser un servicio autogestionado directamente por los trabajadores y trabajadoras, ya que son quienes realmente poseen criterio periodístico y vocación de servicio público. Hasta que dicho modelo se imponga, el sindicato solicita que los colectivos sociales comiencen a tener voz en los órganos de fiscalización de RTVC y que el poder que se le otorgue al director general quede limitado para que no ocurra algo como lo que ocurre hoy. La Comisión de Control del Parlamento ha resultado ser un órgano inútil incapaz de lograr que se respete el mínimo de decencia en un canal que pretende ser público y que se ha convertido en una herramienta de control político y electoral y no en lo que debe ser, un medio de información y difusión de la cultura, objetivo al servicio de quienes habitan en Canarias.

Foto: Web Canariasahora