La policía refuerza en verano la vigilancia en zonas conflictivas del municipio

La policía refuerza en verano la vigilancia en zonas conflictivas del municipio

El objetivo es minimizar las molestias a los vecinos que causan determinados grupos de personas con comportamientos incívicos

GUÍA DE ISORA. La Policía Local de Guía de Isora tiene desde hace tiempo identificados una serie de lugares en distintos núcleos poblacionales del municipio donde esporádicamente se reúnen grupos de personas, principalmente jóvenes, para practicar actividades que ocasionan molestias a los vecinos. En estas “zonas conflictivas” en lugares públicos, se ha detectado que estos grupos suelen hacer ruido, comportarse de forma inadecuada, consumir alcohol y en ocasiones trapichear con sustancias estupefacientes.

La concejal isorana de Seguridad Ciudadana, Cristina García, explica que “estos puntos suelen proliferar en verano con la llegada del periodo vacacional que aumenta el tiempo de ocio de los jóvenes, a lo que se suma la celebración de muchas fiestas en distintos núcleos que fomentan este tipo de conductas incívicas por parte de algunas personas” y añade que “por este motivo hemos decidido intensificar las acciones de control y vigilancia durante los meses de julio y agosto” con el objetivo de atajar los citados comportamientos.

Algunas de las zonas conflictivas identificadas son: el varadero de Alcalá; un solar y una vivienda en ruinas en la parte trasera de la Biblioteca Municipal, en Guía casco; y algunos puntos de Playa San Juan; entre otros lugares. El mayor número de quejas vecinales recibidas se refiere al periodo de tarde-noche. No obstante durante el verano, la Policía Local, ha establecido un protocolo que refuerza las labores de control de estos sitios a cualquier hora del día. “Incluso en alguno de estos puntos nos hemos coordinado con la Guardia Civil y con la Policía Autonómica para llevar a cabo actuaciones conjuntas” indica García.

El procedimiento de actuación de estos controles no es exclusivamente policial, ya que también se trasladan los casos a los Servicios Sociales. Inicialmente interviene la policía para identificar a las personas y confiscar, si procede, las sustancias ilegales que se descubran. Si se trata de menores, se deriva el caso a los Servicios Sociales. El Ayuntamiento dispone de un servicio de información, prevención e intervención para jóvenes o familiares afectados por el consumo de drogas, a los que pueden acogerse gratuitamente si así lo desean. En casos muy graves, la policía adopta medidas de mayor calado y traslada denuncias a la Fiscalía de Menores.

Cristina García comenta que “la experiencia nos dice que las actuaciones policiales regulares consiguen reducir considerablemente estas actividades” no obstante señala que “con el paso del tiempo hay que repetirlas, porque de lo contrario estos grupos vuelven a estos lugares”.