Los escritores isleños lamentan que el Gobierno central relegue la literatura canaria al ostracismo

Los escritores isleños lamentan que el Gobierno central relegue la literatura canaria al ostracismo

Canarias


· El profesor Víctor Ramírez asegura que “el alma de los pueblos es su literatura”

· Para Víctor Álamo de la Rosa el peligro para el español de Canarias está en “la globalización y la estandarización de los medios de comunicación”

Tenerife.- El director general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Aurelio González, clausuró ayer en el Ateneo de La Laguna, en Tenerife, el ciclo de conferencias ‘El Español de Canarias’. El representante del Ejecutivo presentó una Mesa de Debate moderada por el periodista Carmelo Rivero en la que participaron los escritores Víctor Álamo de la Rosa, Juan Manuel García Ramos, Víctor Ramírez y Alberto Omar Walls.

El ex consejero de Educación, García Ramos, inició su exposición explicando que durante su cargo tuvo que tramitar la LOGSE y “a cada Comunidad se le permitía gestionar el 35% de los contenidos, algo que ahora no sucede. Es inaceptable que los niños de hoy en día no reciban formación en literatura canaria hasta, con suerte, los 15 años”. El escritor añadió que “anteriormente algunos autores utilizaban la segunda forma del plural, ya que antes nos sentíamos como una provincia más de España desde el punto de vista literario y cultural. Hoy en día esto no es así”. Sin embargo, el término ‘literatura canaria’ es aún considerado como algo nuevo, teniendo en cuenta lo expresado ayer en la Mesa de Debate.

Víctor Álamo de la Rosa no reflexiona sobre esa cuestión, ya que “cuando escribo ni siquiera pienso en el lenguaje como concepto. Sé que tenemos un español distinto al que se habla en otros lugares, pero cuando escribo no pienso en ello”. El escritor considera que sus trabajos poseen “la calidez del tono isleño pero no son difíciles de traducir a otras lenguas”. Para De la Rosa el verdadero peligro del idioma es “la globalización y la estandarización en los medios de comunicación”.

“La palabra siempre está al servicio de alguien”

El profesor y escritor Víctor Ramírez expresó en su intervención que para él “la literatura es una contienda. La palabra siempre está al servicio de alguien o de algo, ya que la palabra sirve para combatir. En Canarias estamos castrados porque el instrumento más poderoso de la tiranía es la lengua, que puede servir para enseñar pero también para todo lo contrario”.

El prolífico escritor también relató que en las islas “hubo una época en la que muchos autores no se atrevían a publicar por miedo, por complejos”. Algo en lo que coincidió Alberto Omar Walls, que confesó que tras la publicación de algunos trabajos pioneros en la literatura de las islas hubo “un boom literario en el que aparecieron 25 novelas en 8 años. Hasta el momento solo se había desarrollado la poesía pero no el género narrativo”.

Esos primeros escritores han influenciado a las nuevas generaciones, como indicó Víctor Álamo de la Rosa, que se considera hijo de la generación del 70 a la que pertenecían el resto de integrantes de la Mesa de Debate. Sin embargo, su planteamiento no es tan indulgente con la sociedad canaria en su conjunto, a la que considera responsable del desconocimiento existente entre la población de la literatura de las Islas.

Daño a través de las aulas

Ramírez replicó asegurando que “el daño más grande que se le puede hacer a una sociedad se realiza a través de las aulas. Al castrado se le puede hacer amar al castrador y rechazar al que se niega a ser castrado, por lo que no se puede responsabilizar al pueblo”. Además, el escritor explicó a los presentes que “la palabra puede ser: cotidiana, la que usamos con la familia y amigos; didáctica, la que utilizamos para trasladar conocimientos; imaginativa, que puede desbocarse; y política, la de contienda social. La literatura es el alma de los pueblos”.

Otro de los puntos tratados en la última conferencia en Tenerife del ciclo ‘El Español de Canarias’ fue el tema del precio de la literatura. Alberto Omar Walls detalló que “la edición y distribución de una obra cuesta hasta tres veces más que el valor final con el que sale al mercado”. Esta circunstancia evita que haya una producción más extensa.
Víctor Ramírez añadió sobre este tema que él ha tenido la suerte de “poder vivir la literatura, que no vivir de la literatura”. El escritor comparó su relación con la escritura como “amar y ser correspondido”.

A modo de conclusión, Walls animó al Gobierno de Canarias y a la Academia Canaria de la Lengua a organizar más eventos como este “porque funcionan como una tormenta de ideas”. Víctor Álamo de la Rosa coincidió con su compañero en establecer estrategias para “preservar y luchar por nuestra literatura y para que en la Universidad se le llame literatura canaria”.

Por último, García Ramos confió en la utilidad de la Academia Canaria de la Lengua como “instrumento para indagar sobre nosotros mismos. Los diccionarios de canarismos nos han dado seguridad como hablantes y esto es un signo de libertad”.

El acto finalizó con una ranchera compuesta y cantada por el profesor Víctor Ramírez. De título odio fraternal, la letra contaba con un profundo componente ideológico.