Los peligros de la conducción en Navidad

Los peligros de la conducción en Navidad

Cada año, con motivo de las fiestas navideñas, se eleva el número de desplazamientos en coche. Al contrario que en otras épocas del año, como en verano, en este periodo se producen un elevado número de desplazamientos cortos, los más peligrosos. Esto, unido a las condiciones climatológicas, el posible consumo de alcohol y la conducción en carreteras secundarias

Redacción, 4 de diciembre de 2017. Se acerca el periodo vacacional de la Navidad y, con él, el aumento del número de desplazamientos en coche. El pasado año, la DGT estimó estos desplazamientos en más de 16 millones. El balance en la navidades de 2016 fue de 32 accidentes de tráfico mortales. La conducción en la época navideña entraña una serie de peligros adicionales que hay que tener en cuenta para estar alerta y lograr una conducción segura. Desde HTMBoxes, centro del bricolaje del automóvil, se detallan los más frecuentes.

Los desplazamientos cortos
Pese a lo que ocurre en otras épocas del año, como es el caso de las vacaciones de verano, en Navidad los desplazamientos suelen ser cortos. Los viajes se realizan para cenar o comer en Nochebuena o Navidad en casa de los familiares o para acudir a reuniones con amigos. Este tipo de traslados suelen ser los más peligrosos, “al ser trayectos conocidos y en los que no se precisa un periodo largo de tiempo, se suele disminuir la atención en la conducción, con el consiguiente peligro que conlleva. El conductor se confía”, alertan desde HTMBoxes.

Carreteras secundarias
Por otro lado, hay que destacar que, en estas fechas, muchos de los trayectos se realizan en carreteras secundarias. Son vías en las que existen una mayor peligrosidad, debido a que algunas son más estrechas, tienen más curvas, las condiciones en la que están debido a la climatología son peores, etc. “Además, lamentablemente, muchas de estas carreteras están en mal estado, por lo que se dificulta la conducción”, afirman desde HTMBoxes.

Climatología
Nieve, lluvia y viento, suelen ser protagonistas en invierno, y no son buenos compañeros de viaje. Las condiciones de visibilidad se reducen sensiblemente y la conducción se dificulta. Asimismo, es vital revisar bien todos los elementos del coche, especialmente, los neumáticos. Según la DGT, más de un millón de vehículos (5%) circulan con defectos graves en las ruedas. Por un lado, es necesario prestar atención a la profundidad del dibujo (en condiciones normales debe ser mayor de 1,6 mm), pero para circular en invierno no debería ser inferior a 3 mm. Del mismo modo, hay que comprobar el desgaste de la banda de rodadura (que sea homogéneo), presencia de deformaciones, etc. Además, es importante ajustar la presión de todas las ruedas, incluida la de repuesto. Según apuntan desde HTMBoxes, la presión de los neumáticos desciende con las bajadas de temperatura, con lo que es clave tenerlas a punto antes de comenzar el viaje. Por otro lado, en la época invernal se detecta un aumento de los fallos en baterías. Principalmente, en los trayectos invernales con motivo de las fiestas navideñas, los conductores tienen problemas para arrancar su vehículo

Bebida
Y si la nieve, la lluvia y el viento no son buenos compañeros de viaje, aún lo es menos, el alcohol. Y, precisamente, en la época de Navidad se aumenta el consumo de alcohol debido a las múltiples celebraciones. Lamentablemente, todavía hay conductores que realizan la mezcla de “copa y coche”, con el convencimiento, de que, si “solo es una”, no hay peligro. Pese a la realización de controles de alcoholemia (el año pasado se realizaron más de 25.000 diarios), son muchos los que se suben al volante con este binomio peligroso. Y es que, según datos de la DGT, de 3.241 conductores analizados tras cometer una infracción, el 57,7% dieron positivo.

Atascos: prisas y compras
Por último, otro de los enemigos de la conducción en Navidad son la gran cantidad de vehículos que se concentran tanto en operaciones salida como a la hora de acudir a los centros comerciales para realizar las compras. Todo esto unido a las prisas que suelen tener los conductores, bien para llegar a destino a tiempo o bien para ultimas las compras, hace que la conducción se complique aún más.