MiradasDoc cierra hoy 8 días junto a lo mejor del cine documental [Resúmenes de prensa]

MiradasDoc cierra hoy 8 días junto a lo mejor del cine documental [Resúmenes de prensa]

Sábado, 04 | 02 | 2017

Aleida Guevara: “Habría luchado con el Che, no te quepa la menor duda”

MiradasDoc invitó al público de su undécima edición a reflexionar sobre las izquierdas latinoamericanas

La unidad latinoamericana es una utopía y una tarea, un horizonte y un trabajo que requiere respeto, especialmente respeto por la sabiduría de las culturas ancestrales, esas que no conocen de las fronteras que dejó la colonización y que saben que lo mejor es parir sentada o arrodillada, como le enseñaron las parteras quichuas en Ecuador, y no con las mujeres acostadas en una camilla, como es habitual. Así lo asegura una médica cubana, que acabó sus estudios en la Nicaragua sandinista en los años 80, donde acompañó a mujeres campesinas en lo que fueron los primeros partos que atendió.

La que habló ante el público en el Auditorio de Guía de Isora con detalles sobre programas sociales impulsados en distintos países de América Latina a través de la Alianza Bolivariana de Nuestra América (ALBA) es Aleida Guevara March, hija del legendario revolucionario argentino Ernesto Che Guevara. La hija del Che participó este viernes en una entrevista pública con el periodista Juan Cruz para cerrar la muestra Cruce de miradas: las izquierdas latinoamericanas, con la que el Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora MiradasDoc propuso al público de su undécima edición una reflexión en torno a la compleja encrucijada en la que se encuentra el proyecto continental para América frente al programa ultraliberal.

Ante la pregunta del periodista sobre si habría acompañado al Che en la que fue su última aventura si su edad se lo hubiera permitido, Guevara March sonrió con orgullo, como si la pregunta contuviera más duda que curiosidad: “seguro, de eso que no te quepa la menor duda”. Militante del partido comunista cubano y marxista, Guevara ha recorrido el mundo desde su convicción revolucionaria y lo ha hecho como integrante de las misiones médicas que su país desplaza a muchas naciones o como abanderada del legado de su padre.

Aleida Guevara combina los tiempos verbales, cuando regresa a sus recuerdos de la infancia habla en pasado y menciona a “papi” y cuando habla en términos políticos del Che siempre se pronuncia en presente, incluso cuando calcula con Juan Cruz que en algo más de un año se celebra el 90 aniversario de su nacimiento.

El diálogo entre el periodista y la médica cubana deshojó anécdotas y los recuerdos, aunque Guevara tuvo tiempo de apuntar que aún siguen en pie “las cosas que el Che lucha y siente” –en presente–, porque aún en este presente de América Latina perviven “el hambre y la humillación” que dejaron primero la colonización española y después “los gringos y las transnacionales europeas”.

La hija del revolucionario recordó lo que siguen siendo retos para los países de América Latina, pero los desafíos no se quedan ahí. Mencionó las tierras se dedican a los cultivos de agrotóxicos y vibró cuando advirtió que un árbol ancestral muere cada centímetro que crece la segunda mina de hierro más grande del mundo a cielo abierto en la Amazonia brasileña. “Estamos destruyendo nuestro planeta y no reaccionamos porque vivimos de espaldas a la realidad, nos manipulan. Me divierto cuando llego a Francia, por ejemplo, y me hablan de libertad, cuando nos dicen hasta el champú que tenemos que comprar”. Guevara reclamó un cambio a los periodistas que actúan como “papagayos que repiten” una versión de la realidad y apuntó la necesidad de que sean lo que su oficio les demanda, “investigadores sociales”, para que la sociedad no viva ajena a lo que ocurre.

Del menú de inquietudes que se erigen como retos para la humanidad, Guevara propuso la construcción de “puentes de solidaridad” para atender “la gran preocupación de los europeos por las migraciones”. Además de la necesidad de “implantar programas de desarrollo, la médica cubana aseguró que para reducir los movimientos de población de los países del Sur a los del Norte hay que hacer otra cosa: “que los gobiernos europeos no sigan manteniendo a los terroristas que provocan las guerras en esos países” que expulsan población.

“Hay que nacionalizar los recursos, únicamente podremos usar los recursos para la gente si somos los dueños de lo que producimos”, dijo la hija del Che, que destacó que en países latinoamericanos que han experimentado cambios sociales recientemente, como Venezuela, Bolivia, Ecuador, la población “puede palpar la diferencia entre un sistema y otro; las palabras pueden ser bonitas, pero si la gente no palpa los cambios, a veces no son capaces de defenderlos”. Por eso el despertar de la conciencia llega poco a poco.

Enlazando con el dramático final de la experiencia revolucionaria de su padre, Guevara recordó a la señora Rosa, del Movimiento Sin Tierra de Brasil, “una mujer, madre, que murió defendiendo un pedazo de tierra para la alimentación de sus hijos”, que puso como ejemplo de decisión y de conciencia.

Una memoria conservada
Identificada con la brasileña señora Rosa y con el camino de su padre, la doctora, obviamente, no habría podido acompañar a su padre, tal como sugería la hipótesis de Juan Cruz, porque era una niña cuando el Che se internó en el corazón de África y después en Bolivia en su intento de extender la revolución.

La charla navegó por los recuerdos de esa niña, la segunda hija del Che, la primera de su esposa Aleida March, en un intento de vislumbrar perfiles desconocidos del guerrillero o de acercarse al hombre que fue el que hoy aún es un icono que recorre el planeta. La memoria de Aleida Guevara está hecha de sus propias experiencias y de los recuerdos de quienes le han contado lo que ella vivió de niña. Ha conocido algunas historias porque compartió con compañeros de su padre jornadas de trabajo voluntario, esa práctica del Che que fue su apuesta para darle un vuelco a la economía cubana a través de la conciencia.

Pero sobre todo, la memoria de Aleida se alimenta de su madre, “a través de ese amor que ella sentía por él y que nos iba dejando. Ella trató de educarnos en la ausencia de papá con la sensación de que él estaba siempre presente”. La médico cubana destacó el papel de su madre en su vida: “Si yo soy una mujer socialmente útil es gracias a ella y a ella le debo todo lo que soy realmente, que me ha formado y me ha guiado. Y, sobre todo, a mi pueblo”.

Aleida Guevara calificó de “privilegio” el haberse educado “en este proceso revolucionario, doy gracias a la vida por ser cubana, porque si no, me hubieran reventado hace mucho tiempo porque es muy difícil quedarte callada ante las cosas, es muy difícil aceptar las injusticias. Digo lo que pienso y cuando lo siento. Y me han educado a ser así”.

Sábado, 04 | 02 | 2017

EnseñanDoc, el documental como instrumento para crear conciencia

MiradasDoc acoge a cientos de escolares de toda la Isla que debaten con los directores tras la proyección de sus documentales

Ver una sala de cine con niños que levantan la mano para saber más del documental que acaba de exhibirse es una experiencia maravillosa y gratificante que ocurre en MiradasDoc. Durante toda la semana del Festival y Mercado Internacional de Guía de Isora las mañanas están protagonizadas por los escolares que se desplazan desde centros de toda la Isla. Cuando llegan, el bullicio se hace notar, pero una vez en la sala y después de la introducción del director, la mayoría permanece atento para no perderse nada de lo QUE pasa en la pantalla. Después de acercarse a realidades muy distintas, a las duras circunstancias vitales de otros menores, les surgen multitud de preguntas y, a veces, sorprende a los directores, a los que llegan a acribillar con su curiosidad. Esa es la esencia de EnseñanDoc, un programa educativo que tiene el objetivo de crear espectadores críticos y desde la infancia.

En la undécima edición de MiradasDoc, los escolares se han encontrado con los directores de Gigantes descalzos, Álvaro Priante e Iván Roiz, y The other kids, Pablo de la Chica. En ambos casos, un deporte se convierte en una puerta para que los niños, el baloncesto en el caso los de la comunidad triqui de México y el fútbol para los de los suburbios de Kampala, miren al futuro y estén escolarizados.

La toma de conciencia de los alumnos de Tenerife, acostumbrados a lujos como el agua corriente, comer todos y varias veces al día o practicar deporte bien equipados, es inmediata. Y sus preguntas están casi siempre dirigidas a conocer más de estas historias lejanas social y geográficamente, en las que otros niños, como ellos, soportan situaciones límite y las afrontan con voluntad y esfuerzo e intentan superarlas con un poco de apoyo y mucha esperanza.

Los codirectores de Gigantes descalzos admitieron que la experiencia había sido maravillosa y enriquecedora y que la avidez de los escolares por saber más y sus preguntas los habían sorprendido. “No creemos que ningún niño triqui llegue nunca a jugar en la NBA, pero el baloncesto les ha servido para estar escolarizados y puede ayudar a que dejen de lado su sentimiento de inferioridad por ser indígenas, una cuestión que los mexicanos blancos les recuerda constantemente”, afirman.

Lo más importante, aclararon Priante y Roiz a este público especial en varias de las sesiones, es que las familias triqui, que viven en una región muy aislada y donde aún se practica la poligamia, “han empezado a comprender que sus hijos pueden tener un futuro mejor y sus hijas no tienen que casarse a cambio de una dote con 12 años”.

Ambos aseguran que la experiencia de ver “la reacción de un público tan joven, donde ha habido niños de tan solo 10 años, que se interesaban en nuestro trabajo y que preguntaba sin parar los más mínimos detalles, ha sido sorprendente y maravillosa, un regalo que nos ha dado MiradasDoc”.

Casi en los mismos términos se expresa el director de The other kids. Pablo de la Chica, que tiene en común con Priante y Roiz el haber estado en el pitching de MiradasDoc en 2015, y cuya película cuenta con un amplio recorrido entre el público joven de México, donde se ha proyectado y debatido con más de 22.000 espectadores y España, donde se ha proyectado en centros culturales, colegios y festivales.

De la Chica explica que la historia de Reagan, el niño ugandés que sobrevive como puede, incluso de la basura del vertedero de Kampala, representa un choque visual para nuestros jóvenes, que con la oportunidad de tener todo en la mano y hacer todo lo que quieran, se refugian en la queja y la desidia. “Reagan, que fue abandonado por su madre y es un superviviente, quiere conseguir una beca jugando al fútbol”.

The other kids removió conciencias entre los adolescentes que acudieron este viernes al Auditorio de Guía de Isora, en el que De la Chica consiguió atrapar su interés no solo con la película, sino con las respuestas y su manera didáctica de contar situaciones terribles. El también actor tuvo que atender a algunos de los estudiantes de Secundaria en el exterior del Auditorio, donde continuaron las preguntas sobre Reagan, Uganda y la terrible realidad de los niños en una zona del mundo en la que la infancia está completamente desprotegida y “los secuestros para traficar con personas y con órganos se producen todos los días”.

Viernes, 03 | 02 | 2017

Aleida Guevara dialoga con Juan Cruz en MiradasDoc este viernes

La reflexión sobre las nuevas izquierdas latinoamericanas, once proyecciones y la realización en directo del programa ‘Hora 25’, de la SER, acercan al Festival de Cine Documental de Guía de Isora a su recta final

Aleida Guevara, la doctora cubana hija del mítico revolucionario argentino Ernesto Che Guevara, reflexiona sobre la experiencia de las izquierdas latinoamericanas en la undécima edición de MiradasDoc este viernes, a las 19.00 horas en la sala 1 del Auditorio de Guía de Isora. La hija del Che será entrevistada ante el público por el periodista tinerfeño Juan Cruz tras la proyección a las 18.00 de la película Fidel es Fidel (/41’/2014/Cuba), de Roberto Chile, en la que se busca al hombre que hay detrás de su historia, sus manos, su contacto diario con el pueblo.

“Me siento muy orgullosa de ser la hija del Che Guevara, pero sobre todo, me siento orgullosa de ser digna hija del pueblo cubano”, dijo este miércoles a Javier Tolentino en el programa El séptimo vicio, el periodista de RadioTres que dedica a MiradasDoc varias ediciones de su espacio dedicado al cine en Radio Nacional. “En Cuba a nadie le quita el sueño el presidente Trump. Él puede decir lo que quiera y nosotros seguiremos haciendo lo que tenemos que hacer. Como apoyo a México señaló a la CELAC, como espacio de unión de los países americanos, desde Río Bravo a la Patagonia, porque somos una misma patria”.

La doctora cubana destacó que en la actualidad hay dos asuntos esenciales a resolver en América Latina: “la soberanía y dignidad del pueblo mexicano y el bloqueo en Cuba”. De estos y más asuntos hablará Guevara con Juan Cruz ante el público de MiradasDoc.

La agenda de proyecciones del festival continúa este mismo viernes con otras once exhibiciones. Comienzan en la sala 1, a las 16:00, comienza se abre la agenda con Caribbean fantasy, de Johanné Gómez Terrero (producción de Amelia del Mar Hernández y Alejandro Andújar, 53’, República Dominicana), en la que se revela el amor secreto entre Morena y su amante, Ruddy, un barquero que cruza cada día en su barca a remo el río Ozama, que divide la ciudad de Santo Domingo. Le sigue Paradise on Earth, de Cecylia Malik (52′, Akademia Multi Art, Piotr Lenar, 2015, Polonia), que presenta el registro íntimo de una amistad de dos años entre su directora, Cecylia Malik, y una pareja sin hogar.

Tras la intervención de Aleida Guevara, a las 20.00 se proyecta El buzo, de Esteban Arrangoiz (Centro Universitario de Estudios Cinematográficos – CUEC, Instituto Mexicano de Cinematografía, 16’, México), en el que se muestra el trabajo de Julio César Cu Cámara, jefe del equipo de buceo del drenaje de la ciudad de México. Continúa la sesión con Maxamba, de Suzanne Barnard y Sofía Borges (ambas, productoras, 24’, Portugal), un archivo vivo de la historia y memoria de los habitantes del barrio Quinta da Vitória (Lisboa, Portugal) ante su inminente demolición. Show all this to the world, de Andrea Deaglio (55′, Andrea Deaglio, 2015, Italia, Francia) cierra esta sesión con una muestra cómo reaccionan migrantes, policía, medios de comunicación, autoridades, las organizaciones caritativas y los ciudadanos comunes durante una emergencia migratoria en la costa mediterránea.

La Sala 1 se dedica a partir de las 22.00 horas a proyecciones especiales, con Tupper sex (15’), una justificación para hablar con humor sobre las apariencias. La obra es producto de la labor de la Asociación sociocultural CEDARPRE, que agrupa a vecinos de Guía de Isora dedicados al teatro amateur y al cine artesanal de una parroquia. La segunda proyección especial es The Blinking Island, de Diego Borges (26’/2016/ España), sobre la leyenda de la isla de San Borondón vivida por un grupo de surfistas.

Las proyecciones de la Sala 2 comienzan a las 15.00 horas con Carmona tiene una fuente, de Antonio Trullén (Antonio Trullén, 57′), en la que se narra la historia de un vecino del casco antiguo de Barcelona, Pedro Vázquez, de 70 años, obligado a dejar su vivienda por la celebración del Fórum Universal de las Culturas. Le sigue Gure Hormek, de María Elorza y Maider Fernández (Las Chicas de Pasaik KIMUAK Tabakalera, 15′), que se presenta de forma descriptiva y misteriosa: “el barrio de Las Amas de Casa. El distrito de Las Insomnes. El kiosco de La Madre Desconocida. El subterráneo de Las Mujeres Solas. Nuestras paredes homenajean a quienes queremos”. La sesión concluye con Rosalía (Víctor Gonca, 44′), en la que Gonca hace un retrato de Rosalía Sender, dirigente del PCE del País Valencià entre 1976 y 1982. A las 20.00 horas, la sala 2 el equipo dirigido por la periodista Angels Barceló realia en directo el programa informativo Hora 25 de la Cadena SER.

Viernes, 03 | 02 | 2017

Álvaro Priante: “El nivel de las Ópera Prima de MiradasDoc es impresionante”

El director destaca la variedad de estilos, temáticas y procedencias de las películas que acuden al Festival de Guía de Isora

El director y productor Álvaro Priante, que confiesa una vocación inquebrantable por el documental, ejerce como jurado en los Concursos Nacional y Ópera Prima de la undécima edición del Festival y Mercado Internacional de Guía de Isora, MiradasDoc. Priante, que también es codirector de la película que abrió este año el Festival, Gigantes Descalzos, afirma con rotundidad que, después de ver muchas películas, “el nivel medio de los documentales a concurso es muy bueno”.

En su opinión, destacan especialmente las películas que optan al premio de Ópera Prima. “He estados dos veces en la Berlinale y otras dos en DocsBarcelona y creo que los documentales de esos festivales pocas veces tienen el nivel de los que he visto en MiradasDoc, que es impresionante”, afirma.

Lo que más le ha llamado la atención es “que te puedes encontrar películas con un estilo muy independiente, como El ruido de los trenes, de chileno Cristian Saldía, o muy convencionales, como Madres invisibles, del andaluz Lorenzo Benítez, más directa y televisiva”.

También hace hincapié en la diversidad de procedencias de los documentales presentes en MiradasDoc. En este sentido, cita el film dominicano de Johanné Gómez, Caribbean Fantasy, “una historia sobre una realidad cotidiana contada de una manera excepcional y muy llamativa” o la sudafricana Noma, de Pablo Pinedo, que va sobre “la repercusión de las políticas inmobiliarias y le da una vuelta a la realidad en Sudáfrica, donde el problema es montarte tu chabola”.

El director de Gigantes descalzos afirma que sí ha echado de menos historias de género y de temática social. “Parece que han pasado de moda, y solo hay una que trata el tema LGTBI”, apostilla.

Finalmente, Priante afirma estar muy contento de formar parte de un jurado en el que también están Patrick Bernabé y Joaquín Estefanía y espera que tanto en el Concurso Nacional como en el de Ópera Prima “tomemos la decisión adecuada”.

Viernes, 03 | 02 | 2017

Luis González Zaffaroni: “El compromiso del autor es con el cine”

El director de los mercados de DOCMontevideo y DOCSP ve a MiradasDoc como “un festival que tiende la mano al espectador y puede entablar un diálogo con un público amplio”

El director de dos de los mercados de documentales más importantes de Sudamérica, el que se organiza en torno al festival de cine documental de la capital uruguaya, DOCMontevideo, y el de la ciudad de Sâo Paulo, DOCSP, Luis González Zaffaroni, asegura que “el compromiso del autor de documentales es con el cine”. El documentalista, que es también un artista, como tal “es irreverente ante cualquier tipo de fronteras, incluidas las políticas, hasta las del lenguaje… el arte tiene que ser transgresor con esas fronteras y eso se ve muy claro en esta edición en las películas polacas”, asegura Zaffaroni, que participa en esta edición como miembro del jurado que concede los premios de los concursos al mejor largometraje y al mejor corto documental.

Zaffaroni ve a MiradasDoc como “un festival que tiende la mano al espectador y puede entablar un diálogo con un público amplio”, dice al tiempo que agradece la invitación a formar parte del jurado, porque le abre la oportunidad de “bloquear un tiempo para situar en primer lugar el visionado de las películas”, algo que no siempre le permite su trabajo de forma tan intensa y extensa.

-¿Qué le ha permitido conocer del cine documental más reciente la oportunidad de ser jurado en esta edición de MiradasDoc?
Me pareció muy interesante la selección. Los cortos fueron lo que más me oxigenó y me permitió descubrir talentos y movimientos, como el de la escuela polaca, y alguna sorpresa en cortos que vinieron de América Latina. Me pareció que la propuesta del festival es interesante porque, además de priorizar como el buen cine, es inclusiva y aporta también a la construcción de público para el cine documental, que es tan importante, por esa diversidad de lenguajes, de temáticas, de formas de narrar, es un festival que tiende la mano al espectador, no solo a los iniciados, puede entablar un diálogo con un público más amplio. Este espacio que se genera aquí, en este municipio, entre este centro cultural y el auditorio funciona muy bien como ecosistema para el encuentro y para las reuniones. Hay gente a la que le gustaría pasar la noche aquí para generar una convivencia entre todos los participantes.

-Usted participó en el Primer Foro de Coproducción África-América Latina en esta edición de MiradasDoc. ¿Cómo valora la experiencia?
Espero que este viaje sea el comienzo de un vínculo que comenzó por conversaciones por Skype con David Baute y Alejandro Krawietz para encontrar espacios nuevos para desarrollar el cine documental y el desarrollo profesional del sector y creo que fue algo novedoso de lo que fuimos cómplices en la idea, pero que MiradasDoc asumió la responsabilidad de llevarlo adelante, fue este primer encuentro entre Latinoamérica-Canarias-África, una línea de trabajo que se pueda continuar y que desde Canarias lo puedan ver con una visión estratégica para posicionar no solo al municipio y a Tenerife, sino a todas las Islas Canarias en relación a ese puente que pueden hacer por estar geográficamente en África, políticamente en Europa e históricamente en diálogo con América Latina. Esos tres elementos tienen que ser un diferencial de la identidad de este festival y de este mercado, encontrando una singularidad muy justificada y muy necesaria porque todavía ese espacio no existe con esa identidad en otro lugar. Es un hallazgo en esta edición de MiradasDoc y una línea de trabajo que requerirá compromisos de instituciones políticas y financieras para poder hacer de esto no un titular sino una acción transformadora que construya lazos culturales y productivos y que fomente industria y desarrollo del sector haciendo esa triangulación entre Europa, Latinoamérica y África.

-¿Cómo son ahora las relaciones entre MiradasDoc y DOCMontevideo?
Comenzamos el diálogo con MiradasDoc en 2016, con el planteamiento de ofrecer un premio para que un documental latinoamericano viajara para Canarias. Es una línea de trabajo nuestra de hace años, pero no habíamos logrado ese puente para Canarias. La movilidad es un tema importante para los creadores y estas plataformas permiten conseguir recursos que promuevan esos movimientos de creadores, tan necesario para el encuentro cara a cara, para construir relaciones y las confianzas necesarias para emprender cualquier proyecto juntos como colaboración o coproducción.

-¿Hasta dónde pueden llegar estas nuevas relaciones de coproducción?
Hay todo un camino por recorrer en la relación entre África y América Latina. Estos caminos de emprendimiento son aventuras gratificantes porque permiten descubrir en otros territorios y en otras culturas talentos y motivaciones y búsquedas de los caminos para hacer viables los proyectos que, en definitiva, son muy iguales en todos lados. Es muy fácil generar esos encuentros. La cultura y la creación en general tienen la posibilidad de unir pueblos y culturas, de integrar a partir de comprender y compartir los procesos y desafíos creativos de unos y de otros, que tienen sus similitudes, sus analogías, y que generan una conexión muy directa en lo personal entre unos y otros desde una horizontalidad muy humana.

-¿Qué aporta el documental como factor diferencial ante la necesidad de expresión de una cultura?
Si miramos al cine, en el terreno del documental, en el cine de lo real, que tiene ese anclaje que a partir de la realidad construye un discurso, una historia o fábula de esa realidad, en ese territorio del documental creativo, del documental autoral, subjetivo, se está dando hoy lo más interesante en la exploración del lenguaje cinematográfico, de expansión del territorio fílmico, de la gramática, de la sintaxis del cine.

-¿Cómo podría explicar la experiencia del rodaje documental?
El documental trabaja con una materia que es la vida y el objeto con el que te vas a relacionar, sea un espacio, una persona, un movimiento social te va a condicionar tiempos. En el montaje uno se reencuentra con toda la dramaturgia que se utiliza en la ficción o que se hereda de la literatura, que va mucho más avanzada en la exploración del lenguaje, y utilizas todas las herramientas de la complejidad del lenguaje para montar una realidad, como si fuera una ficción. La diferencia es que en la ficción te ajustas a un guion que ya acotó unos caminos narrativos y de lenguaje. En el documental, en el montaje te encuentras con las posibilidades infinitas de nuevo para construir una historia. En el documental, el director es el filósofo, y el montador es el narrador, lo que se llama el story teller. Debes tener una conciencia sobre el proceso creativo que tal vez no sea tan necesario en otra disciplina artística. El documentalista en parte es filósofo, performer, escritor, orador, diplomático. Para poder crear la obra tenés que adiestrarte en muchos otros terrenos. Eso se ve en la nueva generación de cineastas en España, en América Latina, ves una conciencia sobre la búsqueda que hay en los caminos estéticos, narrativos, expresivos, que le da otro valor a la obra, y es que, además de la obra, en el documental, además, te pasa que las personas que están detrás de la obra son muy interesantes, porque hacer la película fue una experiencia de vida profunda, reveladora, que lo hizo meterse en el barro, que lo hizo tocarse, que lo hizo vincularse con otro y que emocionalmente lo cambió. Me gusta un concepto que he escuchado: básicamente, no hay diferencia entre el documental y la ficción, la diferencia es que, en el documental, cuando llueve, te mojás.

Viernes, 03 | 02 | 2017

Sébastien Tendeng: “África tiene mucho que enseñarle al mundo”

El cineasta senegalés ve a MiradasDoc como un puente entre Europa, África y Latinoamérica

El senegalés Sébastien Tendeng vive el cine documental desde varios ángulos: no solo es director, sino también productor, así como programador en el festival de cine documental africano francófono Africa Doc, por lo que su visión del floreciente escenario del documental africano es amplia, y sus objetivos, ambiciosos. Tendeng estuvo presente esta semana en el XI Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora MiradasDoc para participar en el Foro de Coproducción África-América Latina y como miembro del jurado internacional que otorga los premios al mejor largometraje y mejor corto documental. El realizador senegalés ve MiradasDoc como un puente para la confluencia entre Europa, América Latina y África. De este último continente dice que “tiene mucho que enseñarle al mundo”.

-En MiradasDoc han estado presentes este año tres jóvenes documentalistas africanas. ¿Qué papel cree que juegan las mujeres del continente en el cine documental?
-Me he quedado gratamente sorprendido de comprobar que en África tenemos películas como las que hemos visto, porque, como todos sabemos, el continente no está preparado para escuchar lo que las mujeres quieren decir. En la presentación de proyectos, para mí ha sido un gran placer ver los temas tan profundos que tratan. Desde la independencia de los países africanos las mujeres no habían tenido mucho espacio en el cine, pero esta nueva generación es muy activa, y no tienen una sola película, sino varias. Particularmente, a Angèle Diabang y Tapiwa Chipfufa las conozco desde hace varios años. Angèle es una mujer muy valiente y el proyecto que presentó aquí tiene que ver mucho con su coraje y su orgullo: en África puedes hablar de mujeres, pero tienes que tener mucha valentía para hablar sobre la intimidad y la sexualidad de las mujeres. Ella, además, produjo hace unos años la película Tchindas, sobre una transexual en Cabo Verde.

-¿El cine documental africano puede tener un papel pedagógico para la formación y concienciación política de la ciudadanía?
-En África si quieres hablar de asuntos políticos tienes que tener cuidado, no debes hacerlo de frente, sino con ciertas estrategias –aunque no en todos los países porque los hay que son libres y puedes decir lo que quieras–. Yo produje en Mauritania la película Retour sans cimetière, un film profundamente político, con un director mauritano. Pues bien, ahora ese director no puede vivir en Mauritania y reside como asilado político en Francia.

-Usted tiene una productora, Impluvium Productions, para potenciar el trabajo de los jóvenes realizadores africanos. ¿Cómo se concreta esa actividad?
-Es una productora que hace exclusivamente documentales y cuya línea editorial va por dos caminos. Por un lado, asuntos políticos pero no tratados frontalmente –no vamos a hacer una película contra un dictador, estamos interesados en la política pero de otra manera–; por otro lado, estamos interesados en cuestiones culturales que tienen fuertes raíces en África y que pueden ser de interés para el resto del mundo. Yo estoy convencido personalmente de que África tiene mucho que enseñarle al mundo.

-¿MiradasDoc puede servir de plataforma para esa proyección del cine africano?
-Bueno, nosotros estamos haciendo algo grande por nuestra parte en Africa Doc y MiradasDoc está haciendo algo grande por su parte, pero en realidad son lo mismo. MiradasDoc lo hace con Latinoamérica porque hay un vínculo lingüístico y nosotros lo hacemos en África con países de habla francesa. Creo que es algo muy bueno que MiradasDoc nos haya invitado para saber lo que estamos haciendo. Culturalmente hay algo que podemos hacer aquí y MiradasDoc será un gran puente, un punto de confluencia entre realidades que se parecen mucho, que son las de África y Latinoamérica, junto con Europa; un puente para unir culturas y profesionales.

Viernes, 03 | 02 | 2017

Señal Colombia escoge en MiradasDoc dos proyectos documentales para entrar en su proceso de selección

Las dos producciones abordan asuntos relacionados con el país caribeño

La cadena pública de televisión Señal Colombia ha escogido dos proyectos documentales para entrar de manera directa en su proceso de selección, lo que les permitirá saltarse la mitad del recorrido para llegar a un posible acuerdo con esta productora estatal. El acuerdo se ha producido en el marco del XI Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora MiradasDoc.

Diana Díaz, productora de Señal Colombia, escogió estos dos proyectos en el mercado de MiradasDoc por tratarse de películas en las que se abordan dos asuntos de gran interés para los colombianos: una nueva perspectiva de la estremecedora historia de la periodista Jineth Bedoya y una investigación sobre el secuestro de bebés tras la tragedia de Armero, una catástrofe natural que causó decenas de miles de muertos en 1985. Con la decisión de Señal Colombia, estos dos proyectos pasan directamente al pitching de la productora, con lo que se ahorran tres meses de espera y se saltan un 50% del proceso de selección. “De esta manera aumentan las probabilidades de que entremos en una coproducción”, señaló Díaz.

El primero de los proyectos, Love of silence, cuenta la historia de abuso a una reconocida periodista colombiana, Jineth Bedoya, en el marco de sus investigaciones sobre el conflicto armado en el país. “Es un aspecto de la vida nacional muy conocido, pero la perspectiva de la periodista no se ha contado y es una gran oportunidad para la televisión colombiana poder invitar a estos productores a participar en la fase de nuestro pitching –señala Díaz–. La otra propuesta se llama Raíces y tierra y cuenta la historia de una chica nacida una semana antes de la tragedia de Armero en Colombia en 1985 y entregada en adopción en España”.

La productora colombiana cree que MiradasDoc “es un espacio de encuentro y de puente entre Europa y otras latitudes. Es muy importante para nosotros porque encontramos historias que son muy afines, que hablan de la naturaleza humana, de las búsquedas que nos son comunes a todos en el mundo. Nos abre las perspectivas hacia otras formas de ver la realidad que también nos interesan”.

Jueves, 02 | 02 | 2017

La película ‘L’eau sacrée’ aporta en MiradasDoc una visión sin prejuicios de la vida en Ruanda

El director belga Olivier Jourdain presenta un documental sobre la transmisión de la idea de la eyaculación femenina que fascina y cuestiona la sexualidad del público

El documental de Olivier Jourdain L’eau sacrée –agua sagrada– (55’/2016/Bélgica) se estrena dentro de dos semanas en las salas de cines de Bélgica y ha causado ya un revuelo extraordinario. Cerca de un centenar de militantes feministas se encontraron con él en la rueda de prensa en la que anunció la presentación de su película en la sala y emigrantes ruandeses residentes en el país europeo se han organizado para comprar todas las entradas para la sesión.

“Está generando un debate muy interesante”, dice Jourdain en el Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora MiradasDoc. Su película concurre al concurso internacional al mejor largometraje documental en la undécima edición del festival, que se celebra hasta el próximo 4 de febrero en el pueblo del sur de Tenerife. “En la rueda de prensa tuvimos un buen debate con las feministas, todo salió muy bien y fue divertido”, dice, y espera que el encuentro de L’eau sacrée con el público ruandés en Bélgica genere ricas conversaciones.

Precisamente, esa agua sagrada, la de la eyaculación femenina, forma parte de la cultura ruandesa como un mito que se transmite por tradición oral de generación a generación, aunque nunca de madres a hijos. Son otras mujeres, no las madres, quienes transmiten a sus hijos en qué consiste ese mito y cuáles son las prácticas que permiten a las ruandesas disfrutar plenamente de su sexualidad.

Jourdain conoció la existencia del agua sagrada en Ruanda en 2009 y pasó cuatro años documentándose e investigando en los libros. En 2013 viajó tres veces durante tres meses al país africano, no para filmar, algo que hizo al final de una sola vez, sino con la intención de mezclarse con la gente, conocerla y hablar del asunto. Para conseguirlo cada vez que se instalaba en el país se dedicaba a trabajos que no eran el suyo de cineasta. Así contactó con las personas que le hablaron de algo que circula por vías poco usuales, entre ellas, una emisora de radio.

Para un hombre blanco europeo fue algo aventurado lanzarse a esta investigación, pero también fue una ventaja, porque incluso en alguna ocasión algunos de sus traductores tenían que salir de la sala: no era el momento de que ellos tuvieran acceso a la transmisión del misterio.

Jourdain quería investigar sobre una cuestión que le llamó la atención y picó su curiosidad, pero también, como cineasta belga, fue muy importante para él hacer una película en la que se acaba con los prejuicios sobre Ruanda en torno al genocidio: “Quería mostrar que los ruandeses son gente muy divertida y alegre; cuando pensamos en Ruanda pensamos en el genocidio y decidí no hablar de esto, me quedé fascinado y quise compartir esta fascinación desde un punto de vista humanista”. El resultado es “una película amable y divertida, que en el público europeo tiene el efecto curioso de servirle de espejo para cuestionarse su propia sexualidad”.

Jueves, 02 | 02 | 2017

‘La Perla. A propósito del campo’ ofrece una visión experimental de la memoria de la dictadura argentina

La película de Pablo Baur invita al público a una acercamiento sensitivo y emocional a un centro de detención

La Perla, a propósito del campo, de Pablo Baur (60’ / 2016 / Argentina), es “el efecto de todo un proceso muy personal, son casi pulsiones del autor, y toma fuerza por lo autoral”, explica Francina Verdes, del equipo de producción del documental, que participa en el concurso al mejor largometraje internacional en la XI edición del Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora MiradasDoc.

Se trata de un producto que se aleja de lo habitual en las salas, incluso de documentales, que requiere del autor un esfuerzo, una implicación. “Es una película que es difícil de ver, que requiere un esfuerzo por parte del espectador, no es malo eso, pero no es fácil”.

Baur residía en Buenos Aires cuando el presidente argentino Néstor Kirchner decidió abrir los centros de detención para su visita pública. El cineasta acudió a la apertura de puertas de la ESMA, el mayor de los centros de detención de la dictadura argentina, y le impactó muchísimo la reacción de los visitantes. “La gente estaba atacada, en llantos, por eso a Pablo le impactó tanto el vínculo que establecía la gente con el lugar”, explica Verdés.

Cuando el director llegó a Córdoba después de pasar un tiempo de residencia en España, en 2010, ya iba con la idea de trabajar sobre el centro de La Perla, que ya estaba abierto desde 2006, y pronto experimentaría un proceso de transformación en el espacio museístico que es hoy, tras ser entregado a los organismos de derechos humanos.

La Perla se había convertido en un espacio abandonado. “Cuando se fueron, los militares lo desmantelaron todo, en parte por llevarse las cosas y en parte para no dejar huella”, aventura la productora catalana. Por este motivo, Baur se decidió a “recoge el espacio tal cual como lo había quedado, se llevaron los muebles, los hierros, las puertas, por supuesto, de los papeles, no queda ni uno. No existían ni los planos del edificio, para construir el espacio museístico, los organismos de derechos humanos tuvieron que encargar el plano a un arquitecto. Si él se hubiera propuesto hacer una película con archivo, no habría tenido forma”, subraya.

Las circunstancias marcaron un ámbito característico, el campo, que es a su vez el personaje de la película, pero, en cualquier caso, la forma que toma el relato no está tanto marcado por las circunstancias como por una decisión personal del director, que se propuso “retratar su experiencia, la de él ante ese espacio; Pablo intenta ponerse en el lugar de la gente que estuvo detenida en se lugar, pero siempre desde el presente”. Decidió a propósito no contar con entrevistas ni testimonios, es una decisión “difícil”.

De ahí que, aparte del propio espacio, la narración no es tanto de los sucesos que ocurrieron en el centro de detención, los testimonios directos, sino una serie de relatos numéricos, descripciones de lo que se ve por una ventana, del tipo de árbol que se ve a través de ellas…, de las medidas de cada ámbito del edificio… Se trata de imaginar cómo estaban y vivían allí los detenidos.
Baur recurre a una descripción a partir de imágenes y con el uso de los números, de relatos numéricos relativos a cifras, medidas, con las que aspira a “llegar a los sensitivo y lo sensorial a través de descripciones más extraídas de cualquier tipo de sentimiento”, con la paradoja de contar con un objetivo final que es llegar a lo más hondo del sentimiento del público, a conseguir en él una percepción sensitiva y emocional de lo que sucedió en La Perla.

“El público se queda muy sorprendido por el planteamiento de la película, porque no es lo que se ofrece cuando de forma automática suponemos que nos vamos a encontrar en una película de temática de memoria histórica de la dictadura argentina”, apunta la productora.

Pablo Baur (Córdoba, Argentina, 1966), es director, productor y guionista de documentales. Formado como Master en Películas Documentales en Barcelona, es también director y co-fundador del Postgrado en Documental Contemporáneo de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina (UNC) desde 2012. Sus películas han sido seleccionadas en varios festivales internacionales como el Festival de Cine de Málaga, Documenta Madrid, Punto de Vista (España), Festival de Cine de Mar del Plata (Argentina), Gante (Bélgica), Cine Latino de Toulouse (Francia), entre otros.

El proyecto ‘Inside’, una nueva visión sobre la masculinidad, logra el premio de MiradasDoc en el ‘pitching’

La directora de la película califica el festival isorano como “un paraíso intelectual”

El proyecto de documental Inside (Dentro), de la directora española Isabel de Ocampo, ganó este miércoles en el XI MiradasDoc Market, del Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora MiradasDoc, el premio que los organizadores del encuentro conceden cada año en el pitching para el desarrollo de una película, consistente en 3.500 euros. La cinta, que se halla en fase de rodaje, aborda una nueva visión de la masculinidad a través de cinco personajes que invitarán a reflexionar sobre nuestra propia educación y socialización.

Tras la entrega del premio, De Ocampo se mostró agradecida a MiradasDoc, que calificó como “paraíso intelectual”, y dijo que en los dos días de preparación del pitching –el espacio de MiradasDoc Market en el que se presentan proyectos en busca del apoyo de productoras– “he aprendido el doble de lo que ya sabía”. Sobre su película, señaló que será un proyecto de gran interés para cualquier financiador y, posteriormente, para cualquier público, pues “aborda un tema universal”, como es el del machismo y el papel del hombre en la sociedad “en un momento único de nuestra historia en el que los hombres, por primera vez en miles de años, se están ocupando de cosas como la crianza de los bebés”.

Otro de los premios concedidos en el pitching es el de la empresa de subtitulación Subbabel y consistente en el subtitulado y traducción de la película polaca Cult of Concrete, de Haukur M. Hrafnsson, una historia de jóvenes skaters polacos en los días de la caída del telón de acero. Por su parte, la distribuidora Treeline otorgó el premio de asesoramiento en distribución en festivales al proyecto Man between dog and wolf, de la española Irene Gutiérrez, con el que descubrirá al público la vida de cinco cubanos, veteranos de la guerra de Angola, que siguen entrenándose en los montes de Sierra Maestra para proteger a Cuba del enemigo mientras Obama y Raúl Castro estrechan sus manos.

Además, la empresa Elamedia otorgó el premio de posproducción a My Normal Kenyan Family, un proyecto hispanokeniano con el que la directora Ng’endo Mukii quiere reflexionar sobre los conceptos de piel y raza y lo que esto implica en una sociedad como la africana. El Instituto de Formación e Investigación Cinematográfica (IFIC) concedió al proyecto español Fallen leaves, de la directora canaria Macu Machín, el premio de asesoría; esta pieza reconstruirá el reencuentro entre dos hermanas de la isla de La Palma que llevan cuarenta años sin hablarse. Por último, la Canary Islands Connection otorgó el premio de distribución internacional a Land of children, un proyecto de la uruguaya Carolina Campo Lupo sobre la vida de un grupo de niños salvajes y tristes, depositados por el Estado en las manos de una institución y olvidados por el mundo.

DESPIECE
La prueba de la madurez

Si hay algo que se respira en el ambiente en la XI edición de MiradasDoc es que ha alcanzado, a sus once años, la mayoría de edad. Y por si quedaba alguna duda, este miércoles lo corroboró una de las almas del encuentro isorano, invitada inexcusable cada año: se trata de Marijke Rawie, coordinadora del pitching y del taller previo en el que se preparan las presentaciones. “MiradasDoc nació como un festival español y pequeñito –señaló la veterana experta de la industria documental–; con los años, y gracias a su situación geográfica, se ha convertido en el festival que une Europa con África y Latinoamérica, pero ahora, en estos momentos, es ya un festival grande y consolidado. La muestra inequívoca de ello la tenemos en que ha pasado a formar parte de la European Documentary Network (EDN), la más importante asociación de colectivos y empresas dedicados al cine documental”.

‘Gigantes descalzos’, la puerta al futuro para los niños triquis

Los codirectores del documental que abrió la undécima edición de MiradasDoc, Álvaro Priante e Iván Roiz, aspiran a recorrer la difícil región mexicana donde habitan estos indígenas para que los protagonistas puedan ver la película

Álvaro Priante e Iván Roiz se aliaron para hacer posible Gigantes descalzos (63’/España), un documental que obtuvo el premio de distribución que concedió la empresa Treeline Distribution en el pitching de MiradasDoc Market en 2015, y que fue la película de apertura de esta undécima edición del Festival y Mercado Internacional de Cine Documental de Guía de Isora. El primer trabajo documental que realizan como codirectores se adentra en la comunidad indígena mexicana triqui y en un proyecto educativo que, a través del baloncesto, abre las expectativas de los niños y les da herramientas para formarse y confiar en sus posibilidades.

¿Cómo les llega esta historia de los niños triquis que juegan al baloncesto?
“Estos niños, los protagonistas del documental, forman parte de una selección indígena de baloncesto de México y vienen a participar en 2014 en un campeonato en Barcelona, donde quedan segundos. Este hecho tiene cierta repercusión en los medios deportivos. Así nos llega la historia y nos ponemos en contacto con su entrenador jefe, Sergio Zúñiga, para que nos facilitara información. Nosotros dos ya teníamos lazos profesionales. Al principio, nos quedamos con que eran niños bajitos, que jugaban descalzos y que podían ganar a otros más altos y mejor equipados. Ahí había una historia. Los dos estábamos en un momento profesional en el que queríamos hacer un trabajo documental que nos llenase. Se juntó un buen tándem, en el que hemos hecho los dos de todo: montadores, directores, productores, editores…”.

¿Cómo consiguen financiar un proyecto en el que se tienen que desplazar a México?
“Nos liamos la manta a la cabeza. La historia nos llega en julio, nosotros empezamos a hablar de esto en serio en septiembre y a finales de noviembre estábamos en Oaxaca por nuestros propios medios. Vimos que la historia era potente y conseguimos ayuda del Centro de Estudios Cinematográfico INDIe, que consistió en apoyo material y equipo humano. Con cinco profesionales mexicanos creamos un equipo pequeño, pero que fue suficiente para hacer un trabajo muy profesional”.

¿Fue fácil acceder a la comunidad triqui?
“La comunidad es muy cerrada, pero la asociación que lleva este proyecto, sobre todo Sergio, sabe que sin difusión no tiene nada. Así que íbamos de la mano del que tiene la llave. Eso fue una suerte. De hecho, casi todo en este proyecto todo fue saliendo rodado. Además, nosotros fuimos el primer equipo de rodaje que se quedó a dormir allí, con los triquis, y convivimos un mes con los niños. Eso también nos facilitó las cosas”.

Y la naturalidad ante la cámara, ¿no?
“Bueno, ellos carecen de los recelos ante la cámara que tenemos nosotros porque, aunque conocen la televisión e internet, apenas la ven. Solo hay televisión en algunos bares de carretera, cuando van de paso. Así que su relación con la cámara no tiene nada que ver con la nuestra”.

¿Ellos han visto la película?
“La organización, sí y les ha gustado. Creemos que los niños no la han visto. De hecho, un objetivo para 2017 es conseguir financiación para ir a la región y recorrerla proyectando la película con la intención de que todos los niños que participan de este proyecto educativo la puedan ver. Para nosotros es un deber”.

¿Creen que el proyecto educativo que muestran en su película está siendo útil para la región triqui?
“Sí. Creemos que sirve para levantar la moral de una sociedad muy deprimida, pero no creemos que pueda cambiar una realidad marcada por el aislamiento con el que han convivido durante toda su existencia. En esta zona, hay comunidades muy cercanas unas a otras, pero no tienen nada en común”.

¿Cuántas personas constituyen la comunidad triqui?
“Entre 25.000 y 30.000 personas en México y algo más en Los Ángeles. Nosotros nos hemos centrado en estos niños. Los promotores son conscientes de que ninguno de ellos va a llegar a la NBA, pero se trata de un efecto palanca para que estudien, lean y, sobre todo, les están enseñando valores. Luego sí que será bueno para ellos. No podemos olvidar que la realidad mexicana es muy clasista y racista y estos niños deben superar la vergüenza de ser indígenas, un sentimiento de inferioridad, que los blancos se lo recuerdan cada vez que pueden”.

¿Y las familias?
“Este proyecto también sirve para educar a las familias. Las madres ya ven bien que sus hijas estudien y comprenden que no es bueno que se casen con 12 años. Se trata de una comunidad donde existe la poligamia, que perdura fundamentalmente por motivos económicos, pero ahora las niñas empiezan a entender que pueden elegir a su pareja. Lo cierto es que nos gustaría vernos dentro de siete y ocho años aquí, en MiradasDoc, con un documental que haga el seguimiento de las vidas de estos niños”.

¿Por qué hay tantos inmigrantes triquis en Los Ángeles?
“Ellos están distribuidos por todas las zonas agrícolas de California, donde están muy bien considerados como fuerza de trabajo. Se trata de indígenas que entran como ilegales y, a poco que le des, están dispuestos a trabajar 12 horas sin parar. Eso es un drama social para la región triqui, porque los hombres se van dejando a su mujer o a sus dos mujeres con cinco hijos cada una y sin recursos. Cuando regresan, hacen una gran fiesta, se vuelven a ir y los dejan olvidados”.

¿Qué tal la experiencia de MiradasDoc?
“Ojalá todos los festivales fueran como MiradasDoc. Desde que trajimos el proyecto al pitching en 2015 nos sentimos cuidados y atendidos. Además, estamos muy contentos de que hayan elegido Gigantes descalzos, que se ha estrenado aquí como la película de la apertura y nuestros encuentros diarios con los escolares en EnseñanDoc está siendo un gratificante regalo”.