Los trabajadores sociales, preocupados por el futuro de los Servicios Sociales en Canarias

Los trabajadores sociales, preocupados por el futuro de los Servicios Sociales en Canarias

Los dos colegios profesionales afirman que han tenido conocimiento de que la Consejería elabora un anteproyecto de ley sin oírlos y cuyos términos desconocen

Santa Cruz de Tenerife.- Los dos colegios de Trabajo Social de Canarias quieren hacer pública su preocupación por el futuro de los Servicios Sociales en el Archipiélago, tras conocer que la Consejería de Cultura, Deportes, Bienestar Social y Vivienda del Gobierno regional elabora un anteproyecto de Ley de Servicios Sociales, que sustituirá el texto aprobado en 1987.

Ambos colegios muestran su incertidumbre por su total desconocimiento del anteproyecto, que se ha redactado sin que se les haya oído, ni informado, pero que afecta directamente a su ejercicio profesional y a los derechos sociales de los ciudadanos.

En este sentido, tildan de lamentable que no hayan tenido acceso a un borrador del documento y apelan a la Consejería para que abra el diálogo con los trabajadores sociales y tome en cuenta las aportaciones de unos profesionales que conocen la realidad social de las Islas y la trabajan día a día.

Por otra parte, los trabajadores sociales también consideran contradictorio que el mismo Gobierno que presume de promover una Ley de Transparencia y la participación ciudadana esté elaborando una ley tan importante sin contar con los organismos asesores en los que están presentes los colegios profesionales.

Los dos colegios aclaran, sin embargo, que consideran oportuno que se redacte una nueva Ley, acorde con las actuales circunstancias socioeconómicas de las Islas, pero temen que este cambio legal se realice de forma precipitada y deteriore los derechos, cada vez más exiguos, de los ciudadanos.

Finalmente, apuntan que, a menos de un año de las elecciones municipales, les preocupa que la Consejería, con la intención de aprobar una ley antes de que finalice la legislatura, acelere el procedimiento y apruebe una ley poco estudiada, sin consenso, sin contraste y sin posibilidad de promoverla desde la participación de los distintos agentes y colectivos sociales.