Luis Miranda: “En Canarias hay talento y la creatividad acaba saliendo”

Luis Miranda: “En Canarias hay talento y la creatividad acaba saliendo”

El director del Festival de Cine de Las Palmas considera positivos los incentivos fiscales por rodar en Canarias, pero demanda que parte de ellos reviertan en el sector de las Islas

Guía de Isora.- El director del Festival de Cine de Las Palmas, Luis Miranda, que es miembro del jurado nacional y ópera prima de la décima edición de MiradasDoc, defiende el talento y la creatividad de los directores canarios, pero ve imprescindible el apoyo institucional y la apuesta del sector privado para que exista una industria audiovisual en el Archipiélago. Miranda cree positivo que existan incentivos fiscales para rodar en Canarias, pero demanda que parte de ellos revierta en el sector audiovisual de las Islas.

¿Hay paralelismo entre el Festival de Cine de Las Palmas y MiradasDoc?
“El paralelismo entre MiradasDoc y el Festival de Cine de Las Palmas, además de que surgieron en una época de mucho entusiasmo, con la posibilidad de abrir muchas ventanas para un cine que no tiene habitualmente un hueco en el mercado, consiste en que los dos han tenido que atravesar un periodo de crisis -que ya debe llamarse de otra manera por lo prolongada que está siendo- y ambos partieron desde un activismo cultural. Nacen desde la necesidad de que las miradas originales y la creatividad superen las limitaciones que tiene el propio mercado, obligado a buscar la rentabilidad. En los dos festivales podemos pensar en el interés de los proyectos o de los productos en sí mismos”.

Ninguno de los dos festivales ha apostado por el famoseo…
“Bueno, el Festival de Las Palmas tuvo que empezar de ese modo, porque a nadie se le escapa que es un peaje político. Tienes que convencer a mucha gente, a patrocinadores y a instituciones, y necesitas que puedan reconocer algo. Pero eso entraña un peligro. Los festivales de cine, en su inmensa mayoría, no tienen nada que ver con lo que se ve en la tele de estrellas y alfombras rojas. Los grandes festivales sí, porque se crearon para ello. Los contemporáneos nacieron para dar visibilidad a lo que no podría tenerla si no existieran este tipo de iniciativa, para detectar lo nuevo y para ponerlo de relieve. Para descubrir, por ejemplo, que hay un autor en algún lugar del mundo muy interesante, que nos dice muchas cosas de con su forma de mirar, que nos muestra cómo ha cambiado el cine, y al que solo conocen los especialistas. Dar a conocer a esos creadores es el papel de los festivales, que solo pueden tener un público, que es el de la gente que ama el cine”.

El Festival de Las Palmas tuvo que suspender en 2013 por la crisis y MiradasDoc también ha sufrido las consecuencias. ¿Ve perspectiva de que el apoyo institucional permita respirar a iniciativas culturales?
“El apoyo institucional es imprescindible porque los festivales surgen de una militancia cultural, que no puede estar sometida a los dictados desordenados del mercado, pero también hay que lograr que participen otros sectores y empresas afectadas e interesadas por lo que un festival puede y debe ofrecer. Todo no puede estar reposando en los hombros del erario público, aunque creo que las instituciones tienen la obligación de apostar por este tipo de márgenes. Pero echamos de menos, y creo que Alejandro Krawietz estará de acuerdo conmigo, a la iniciativa privada, que debería tener interés y estímulos en este tipo de iniciativas culturales”.

Pero el Festival de Las Palmas contó con patrocinio privado…
Sí, pero desde el momento en el que el Festival desapareció un año, los patrocinadores también desaparecieron y no han vuelto. El problema que tenemos ahora es recuperar una imagen de estabilidad para que el patrocinador sepa que tiene futuro, que no está en la duda de si el Festival se hace o no o de que se hace con la mitad, de la mitad, de la mitad. Pero sabemos también que el tejido empresarial en Canarias es complicado y tiene las limitaciones que tiene”.

¿De qué le sirve a la industria audiovisual que las exenciones fiscales traigan al Archipiélago rodajes nacionales e internacionales?
“Primero habría que tener realmente una industria. Lo que existe es un tejido de empresas y de servicios del sector. Hay que tener en cuenta que las cosas han cambiado y ahora se trata de una industria dispersa, que las cosas se hacen aquí y allá. Está muy bien que existan aquí esas ventajas fiscales, pero como esos incentivos no dejan de ser dinero que no se recauda, también deberíamos lograr que una parte de ellos revierta en el sector audiovisual canario. Otra cosa es cómo se articula. Debería ser una comisión de técnicos la que analice de qué manera se apoya a los autores canarios. Lo que me llega de todas partes es que el problema reside en que la no participación de las empresas locales es lo que hace que no se puedan beneficiar de los incentivos fiscales los creadores canarios”.

¿Contratan esas grandes productoras a empresas audiovisuales canarias?
“A un cierto nivel. Los principales equipos de trabajo vienen de fuera, pero hay una serie de servicios que en los que sí recurren a empresas locales. Lo que ocurre es que todo el mundo espera que esas grandes producciones sirvan para formación, pero durante un rodaje nunca hay formación. Lo que hay es trabajo estresante y muy jerárquico. Es muy difícil contabilizar si realmente queda algo de eso. Al final, siempre hay un beneficio y está bien que exista, pero hay que derivarlo a lo que se está haciendo aquí, que es muy rico y hay que potenciarlo. La otra opción es que los cineastas canarios busquen el capital fuera y que un patrocinador o una productora no canaria se beneficie de los incentivos de un proyecto canario. Esto sería contradictorio, pero… Lo que sí sé es que hay mucho talento y que la creatividad acaba saliendo”.

¿Hay perspectivas de que mejore el apoyo público al cine que se hace en las Islas?
“Me parece que estamos ante un cambio de modelo y que el que piense que vamos a volver al modelo anterior se equivoca. Ahora, todos estamos acostumbrados a las rebajas y me temo que esa situación se va a convertir en permanente. Sé que hay sensibilidad política para recuperar las ayudas a las producciones audiovisuales, pero soy partidario de cambiar la fórmula que se ha usado hasta ahora. Si la gente que tiene talento sigue logrando hacer sus producciones, lo que hay que ver es de qué le sirven las ayudas y decidir qué estrategia usar y dónde hay que aportar las ayudas públicas. Por ejemplo, para que tengan un acabado mejor o una mejor distribución”.

En esa distribución juegan un importante papel los festivales…
“Ese es el papel fundamental de los festivales”.

¿Qué calidad tienen las producciones canarias que llegan al Festival de Las Palmas?
“A mí me parece que muy alta, sobre todo si las comparamos con lo que llegaba hace diez años. En eso lo digital ha jugado un papel importante, porque tienen herramientas muchos más baratas, que, además, permiten inventar y aprovechar otras estéticas. En ese sentido, veo que hay gente muy interesante. También son gente sin complejos, que conoce todo lo que viene de fuera y se sabe partícipe de una comunidad mucho más amplia y no solo la del cineasta canario”.

Eso es lo que pasa en MiradasDoc…
“El documental siempre ha tenido esa vocación. Está clarísimo. Es un género viajero, aunque esté el documental muy centrado en un lugar o en una persona, siempre estás en contacto con gente de todas partes y con historias de muchos sitios. En el caso del cine generalista, el modelo de hace diez años era más de hacer cortometraje y sacar adelante proyectos con un perfil más profesional y próximo a los modelos comerciales y no acabó de funcionar. Fresnadillo, por ejemplo, tuvo éxito con eso, pero es la excepción. Ahora, la gente coge su cámara, a veces ayudándose unos a otros, saca adelante proyectos y nos llega material muy interesante, de miradas originales. Hace diez años la parte canaria del Festival de Las Palmas era un poco frustrante y ahora ilusiona”.

¿Qué le parece el nivel de los documentales de los concursos de MiradasDoc de que es jurado?
“El nivel, como siempre en MiradasDoc, es alto. Todo lo que he visto era interesante, quizá la única enmienda, que no es achacable a MiradasDoc, es que a veces uno se encuentra con temáticas que se repiten y procedimientos muy vistos a la hora de abordarlas. También hay que destacar que algunas de las películas están cargadas de planteamientos originales, sin olvidar que la realidad siempre es interesante. Siempre. Vas a ver algo que no has visto. A alguien que vive en algún sitio del mundo y que no sabes quién es. Si, además, el documental te da una visión particular, sensible y rica sobre esa persona… Si uno ama esto, el documental siempre tiene interés. Yo estoy contento con mi primera experiencia en MiradasDoc”.

¿Qué le parece que un festival como este se haga en un sitio como Guía de Isora?
“Primero resulta chocante, pero tengo claro dos cosas: tienes que estar donde te apoyen y está claro que Guía de Isora apoya este festival y, segundo, creo que MiradasDoc es consciente de esa limitación y la ha convertido en una ventaja. Guía de Isora es un sitio en el que se está muy bien y en el que la gente de fuera se encuentra muy a gusto. El Festival es muy consciente de sus limitaciones y de sus fortalezas. Está muy bien armado, cuida su imagen, sabe promocionarse y toma las decisiones con inteligencia. Quizá, igual que nos pasa en el Festival de Las Palmas, solo le falta lograr incrementar su nombre internacional, pero eso es un trabajo de décadas y MiradasDoc solo tiene diez años”.